Marshmallow receta: Cómo hacer marshmallow caseros fácilmente

Los marshmallows son esos deliciosos dulces esponjosos que nos transportan a momentos de alegría y diversión. Ya sea que los uses en un chocolate caliente, los tuestes sobre una fogata o simplemente los disfrutes tal cual, estos pequeños bocados de felicidad son siempre bienvenidos. Hoy te traemos una receta de marshmallow que te permitirá hacerlos en casa de manera sencilla y rápida. ¡Prepárate para sorprender a tus amigos y familiares con tus habilidades culinarias!

Hacer marshmallows caseros no solo es una actividad divertida, sino que también te permite personalizarlos a tu gusto. Puedes elegir los sabores, colores y formas que desees. Además, son una excelente opción para regalar o para decorar tus postres favoritos. En este artículo, te guiaremos paso a paso en el proceso para que puedas disfrutar de tus propios marshmallows frescos y esponjosos.

Ingredientes necesarios

Antes de comenzar con la receta de marshmallow, es importante que tengas todos los ingredientes listos. Aquí te dejamos una lista de lo que necesitarás:

• 5 cucharaditas de gelatina en polvo
• 3/4 de taza de azúcar
• 1 taza de agua fría
• 1/2 vaso de glucosa líquida
• Azúcar glass (para espolvorear)
• Colorante líquido (opcional)

Asegúrate de que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente para facilitar el proceso de mezcla. La gelatina es el ingrediente clave que le dará esa textura esponjosa a tus marshmallows, así que no la omitas. Si quieres experimentar con sabores, puedes añadir extractos como vainilla o almendra.

Preparación de la mezcla

El primer paso en esta marshmallow receta es preparar la mezcla. Comienza por disolver la gelatina en polvo en 1/2 taza de agua fría. Deja reposar durante unos minutos para que la gelatina se hidrate adecuadamente. Mientras tanto, en una cacerola, combina el azúcar, el resto del agua y la glucosa líquida. Lleva esta mezcla a fuego medio y revuelve hasta que el azúcar se disuelva por completo.

Una vez que el azúcar esté completamente disuelto, aumenta el fuego y lleva la mezcla a ebullición. Es importante no revolver mientras hierve, ya que esto puede afectar la textura de los marshmallows. Cuando la mezcla alcance el punto de ebullición, retírala del fuego y deja que se enfríe un poco.

Batido y esponjamiento

Ahora es el momento de combinar la gelatina hidratada con el almíbar caliente. Vierte la mezcla de gelatina en un tazón grande y, utilizando una batidora eléctrica, comienza a batir a baja velocidad. A medida que la mezcla se calienta, aumenta la velocidad gradualmente. Esto es crucial para que el aire se incorpore correctamente, creando esa textura esponjosa que todos amamos en los marshmallows.

Continúa batiendo hasta que la mezcla se vuelva blanca y espesa, lo que puede tardar entre 8 a 10 minutos. Si deseas añadir colorante líquido, este es el momento perfecto para hacerlo. Solo unas gotas pueden transformar tus marshmallows en una explosión de color. Recuerda que la mezcla seguirá aumentando en volumen, así que asegúrate de usar un tazón lo suficientemente grande.

Vertido y reposo

Una vez que hayas alcanzado la consistencia deseada, es hora de verter la mezcla en un molde. Asegúrate de que el molde esté previamente engrasado para evitar que los marshmallows se peguen. Puedes usar un molde cuadrado o rectangular, dependiendo de cómo desees cortarlos más tarde. Alisa la superficie con una espátula para que queden uniformes.

Después de verter la mezcla, espolvorea una capa generosa de azúcar glass sobre la parte superior. Esto ayudará a evitar que se formen costras pegajosas. Deja reposar la mezcla a temperatura ambiente durante 5 a 6 horas, o incluso toda la noche si tienes tiempo. Este paso es fundamental ya que permite que los marshmallows se firmen y adquieran la textura perfecta.

Corte y presentación

Una vez que tus marshmallows hayan reposado el tiempo suficiente, es hora de cortarlos. Espolvorea un poco más de azúcar glass sobre una superficie limpia y saca la mezcla del molde. Con un cuchillo engrasado o unas tijeras de cocina, corta los marshmallows en las formas y tamaños que prefieras. Si deseas, puedes hacerlos en forma de cubos, rectángulos o incluso utilizar cortadores de galletas para darles formas divertidas.

A medida que los cortes estén listos, asegúrate de espolvorear más azúcar glass sobre cada uno para que no se peguen entre sí. Puedes almacenarlos en un recipiente hermético para mantener su frescura. Estos marshmallows caseros son ideales para usar en diversas recetas, como s'mores, o simplemente para disfrutar como un dulce snack.

Conclusión

Hacer marshmallows caseros es una experiencia gratificante y deliciosa. No solo puedes disfrutar de un dulce esponjoso y fresco, sino que también puedes personalizarlos a tu gusto. Con esta marshmallow receta, ahora tienes todas las herramientas necesarias para llevar a cabo esta divertida actividad en la cocina. No dudes en experimentar con diferentes sabores y colores para hacerlos aún más especiales.

Así que, ¿qué estás esperando? Reúne tus ingredientes y comienza a disfrutar de la magia de hacer tus propios marshmallows en casa. ¡Te aseguramos que no te arrepentirás!